Una jueza brasileña prohibió hoy cualquier representación de Adolf Hitler en el carnaval de Río Janeiro, luego de una petición de la comunidad judía carioca.
El pleito enfrentó a la Federación Israelita del Estado de Río de Janeiro (FIERJ) con la escuela de samba Viradouro, que anunció que pensaba desfilar en el próximo carnaval con una carroza alusiva al Holocausto y una representación de cuerpos semidesnudos apilados.
Sergio Niskier, presidente de la FIERJ dijo a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que su agrupación se enteró luego de que también iba a haber un Hitler de fantasía en el número de la escuela de samba y destacó el hecho de que la prohibición fue ordenada apenas una hora después de una presentación judicial hecha por la comunidad.
La decisión fue adoptada por la jueza de distrito Juliana Kalichszteim, quien apuntó que, si bien el carnaval es una temporada festiva, “no debe ser utilizado como herramienta de culto al odio, cualquier forma de racismo o la clara banalización de eventos bárbaros e injustificados practicados contra las minorías, especialmente cerca de seis millones de judíos, y liderados por una figura execrable llamada Adolf Hitler”.
“No hay necesidad de impedir la salida del carro alegórico, debiéndose limitar la demandada a retirar la parte que retrata los cadáveres desnudos de víctimas del nazismo”, dice la jueza.
En este contexto, Kalichszteim dictó la prohibición y fijó una multa de 28.000 dólares para cada persona disfrazada de Hitler en el carnaval y de 102.000 dólares para el caso de que la carroza desfile con una representación de cuerpos apilados que aludan al Holocausto.
La idea de incluir una imitación de Adolf Hitler es “inaceptable” y provocó la “pérdida de la confianza que la comunidad judía le tenía en los responsables” de la escuela de samba Viradouro, dijo Niskier.
El directivo se mostró indignado por la idea de la escuela de samba, a la que ya se le había pedido que retire el desfile de la carroza alegórica del Holocausto porque convertía al genocidio en “algo simple y banal”.
El dirigente contó que ayer por la noche se enteró de que también estaba previsto que un hombre se disfrace de Hitler en el carnaval, lo cual generó el abrupto cambio de actitud de la comunidad judía brasileña, que decidió acudir a la justicia.
“Ahora no hay comprensión, iremos a juicio para que no se permita que ese carro participe del carnaval”, contó Niskier antes de entrar a los tribunales.
El directivo explicó que si bien los directores de la escuela “hablaron de respeto”, la imitación de Hitler “es una total falta de respeto”, y remarcó que fue ese hecho lo que generó el cambio de postura y el inicio del juicio.
La comunidad judía ya había presentado un reclamo a la escuela de samba Viradouro, al que se sumó el Centro Simón Wiesenthal, solicitando que “no se utilice el carnaval de Río de Janeiro para profanar la memoria del Holocausto”.
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